Att: Terry Tragame Remite: Soriana afincada en Londres
Aunque nacida en la provincia de Soria vivo en Londres desde hace ya más de quince años; vine un año de au-pair y a aprender inglés y me hicieron tanto caso que me quedé aqui a vivir. Tengo un trabajo chungo de teleoperadora que no es lo que más me gusta pero me dá dinero para vivir, tampoco tiene nada que ver con lo que yo he estudiado porque soy forense pero si quieres mantener el tipo en una capital europea aceptas casi cualquier cosa por dinero.
Cómo vivo en la otra punta el único medio de transporte que me lleva al trabajo es el metro y siempre vá muy lleno. La primera vez que me metieron mano me asusté, sobre todo porque yo nunca le habia dado importancia a eso del sexo, en el mogollón intentaba descubrir quien era el que lo hacia y al no descubrir a nadie, asustada, me bajé muy acalorada en la siguiente estación.
Al dia siguiente volvió a pasar y permití que llegaran más lejos hasta que un dia en la estación de Bond Treet me relajé en demasía y me quedé embarazada. Tuve un chiquillo de aspecto monesco al que llamé James y el gobierno británico me daba una ayuda para que le pueda mantener. Nadie de mi familia sabe nada porque no sé como explicarselo. Sobre todo ahora que tengo dos más; una niña pelirroja llamada Daisy y uno nuevo muy feo que todavia no tiene nombre; todos concebidos en este transporte subterráneo.
Me han dicho que con cuatro tengo familia numerosa y con tanta ayuda por fin podré ahorrar. Voy a tener más dinero que nunca gracias a relajarme cuando voy al trabajo pero creo que ya vá siendo hora que se lo cuente al mundo aunque me dá verguenza aceptar que me gusta que un desconocido me meta mano y con un poco de suerte quedarme preñada. A mi amiga Herminia se lo empecé a contar por teléfono y puso el grito en el cielo ...... ¿Qué puedo hacer? ¿Se lo cuento a mi familia aunque de antemano sé que no me van a entender? ¿Voy a por el cuarto y me hago millonetis?
Ayúdeme, no sé que hacer.
Una madre procupada
Cómo vivo en la otra punta el único medio de transporte que me lleva al trabajo es el metro y siempre vá muy lleno. La primera vez que me metieron mano me asusté, sobre todo porque yo nunca le habia dado importancia a eso del sexo, en el mogollón intentaba descubrir quien era el que lo hacia y al no descubrir a nadie, asustada, me bajé muy acalorada en la siguiente estación.
Al dia siguiente volvió a pasar y permití que llegaran más lejos hasta que un dia en la estación de Bond Treet me relajé en demasía y me quedé embarazada. Tuve un chiquillo de aspecto monesco al que llamé James y el gobierno británico me daba una ayuda para que le pueda mantener. Nadie de mi familia sabe nada porque no sé como explicarselo. Sobre todo ahora que tengo dos más; una niña pelirroja llamada Daisy y uno nuevo muy feo que todavia no tiene nombre; todos concebidos en este transporte subterráneo.
Me han dicho que con cuatro tengo familia numerosa y con tanta ayuda por fin podré ahorrar. Voy a tener más dinero que nunca gracias a relajarme cuando voy al trabajo pero creo que ya vá siendo hora que se lo cuente al mundo aunque me dá verguenza aceptar que me gusta que un desconocido me meta mano y con un poco de suerte quedarme preñada. A mi amiga Herminia se lo empecé a contar por teléfono y puso el grito en el cielo ...... ¿Qué puedo hacer? ¿Se lo cuento a mi familia aunque de antemano sé que no me van a entender? ¿Voy a por el cuarto y me hago millonetis?
Ayúdeme, no sé que hacer.
Una madre procupada
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